Una noche con los clásicos llega al Teatro Principal de Alicante el próximo 14 de septiembre

con Natalia Millán y Blanca Marsillach. Este espectáculo es un recuerdo al legado de Adolfo

Marsillach, a lo que nos dejó, a lo que cambió y por lo que luchó. El hizo que el teatro fuera un

punto de encuentro y una escuela para actores y espectadores. Su legado no fue algo teórico,

sino practico y accesible a todos los colectivos.

Una noche con los clásicos, es una obra que transita por los mejores textos de nuestra lírica de

los siglos XVI y XVII con un hilo argumental que viene dado por un lado por la selección de

poemas y por otro, la no ocultación de ese juego de complicidades y guiños que los actores se

traen entre manos. Un sugestivo viaje a través de los versos de nuestros mejores poetas,

Góngora, Lope, Gil Vicente, San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, Calderón, Garcilaso

de la Vega o Gil Vicente entre otros. Versos divertidos, irónicos y hasta modernos, que

convirtieron a Una noche con los clásicos en una función elegante, pero con la picardía y la

emoción que marco Adolfo Marsillach. Con la interpretación de Blanca Marsillach y Natalia

Millán se sube a escena una obra con historia gracias al apoyo de Marqués de Riscal.

ADOLFO MARSILLACH, UN REFERENTE

«No soy tan ingenuo como para pensar que el teatro pueda transformar la sociedad, pero

estoy convencido de que existe una posibilidad de ayudar a despertarla». Esta placa luce en la

casa en la que vivió Adolfo Marsillach. El director, actor y escritor renovó la escena española y

modernizó el repertorio clásico español con su estilo agudo, polémico y cargado de humor. En

1946 hace su debut como profesional, en la compañía de Alejandro Ulloa. En 1947 entra en la

Compañía de Ramón Martori y debuta con la obra "Vacaciones". Luis Escobar le contrata para el Teatro María Guerrero, de Madrid. Trabaja en el cine con papeles secundarios.

Posteriormente protagonizó varias películas entre las que destacan El frente infinito (1956), Maribel y la extraña familia (1960), Al servicio de la mujer española (1961) y Sesión

continua (1984). En 1965 dirige el Teatro Español, y en 1977 es nombrado director del

Centro Dramático Nacional, cargo del que dimite al año siguiente. Regresa con Tartufo& de

Moliere. A principios de los ochenta Marsillach estrena en Madrid la primera obra firmada por

él, Yo me bajo en la próxima ¿Y usted?. Fundó la Compañía Nacional de Teatro Clásico

(CNTC), que dirige desde enero de 1986 a julio de 1989 y cuyo primer montaje fue El médico de su honra de Calderón. En 1989 fue Director General del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) hasta 1990. Entre 1992 y 1997 vuelve a dirigir la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Un año después monta una serie de recitales poéticos en la que

bajo el título Una noche con los clásicos, interpreta junto a María Jesús Valdés y Amparo

Rivelles poemas de los siglos XVI y XVII. En 1998 aparece su libro de memorias Tan lejos, tan

cerca (Mi vida) (1998) que ganó el XI Premio Comillas de Biografías. En 1999 aparece en

escena con Nuria Espert con el montaje de ¿Quién teme a Virginia Wolf?, de Edward Albee.

Un año después participa en el festival de verano Grec2000 (Barcelona) con el recital

Versos de mis cuatro esquinas. Fue galardonado con el Premio Nacional de Interpretación

(1960), el galardón a la mejor dirección escénica con el Premio Nacional de Teatro (1974) y la

Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1991. Los premios Max de teatro reconocieron

su trayectoria artística con un galardón honorífico en la edición de año 2000.