Cuando estás más de una hora con Vera Lebrón te das cuenta de que todo lo que te irradia es energía y que tiene una capacidad de transformación que acabas envidiando sanamente porque es alguien muy dispuesta a todos lo cambios personales y artísticos.
Estamos en una nueva etapa de ella sobre la que ha decidido transitar, pasando de los paisajes narrativos a los paisajes sonoros que crea con su música electrónica que atiende a una melodía, pero sobre todo a una emoción.
Me encantó descubrir que ella trabaja desde las poéticas, en el cuerpo y en las letras, y desde donde se origina todo su trabajo de creación. Cuando compone una pieza musical es porque ya la ha escuchado internamente, ayudada de la improvisación y la innovación. Os dejamos con ella, para que la descubráis…
Pregunta: Para empezar, por saber algo de con quién estamos, cuando estamos ante Vera Lebrón nos encontramos con una artista multidisciplinar, solo una actriz reconvertida o en una gestora de las emociones de las personas que contemplan, disfrutan y participan del arte…
Respuesta: Me veo como creadora, pero hay caminos que se han quedado atrás, no me gusta definirme como multidisciplinar. Soy una creadora de sonidos. Una creadora de paisajes textuales, narrativos, encauzándome en paisajes sonoros, una cosa a partir de la otra. Si quiero algo más interpretativo busco a un profesional que lo haga. Prefiero poner el foco y la energía en algo en concreto no tan multidisciplinar. Siempre creo desde lo emocional, yo hago música electrónica pero no fría sino que atiende a una melodía y una emoción.
P: Qué importancia le has dado a los premios y reconocimientos de tu carrera. Y ¿cuál recuerdas como más significativo para ti?
R: El premio más significativo fue el de Alicante a Escena con mi primera obra que fue Fausto que tenía un lenguaje muy visual y sonoro con una historia, algo que era poco utilizado. Recientemente ser finalista de Emerge Alicante donde se abría por tanto un nuevo camino que era soñado y anhelado.
P: Con todo lo que haces. ¿transitas o eres puro tránsito, que viene a ser cambio o transformación?
R: Soy escorpio y es verdad que me he caracterizado por el cambio y la capacidad de transformarme. Por ello, soy puro tránsito, aunque realmente ahora me apetece transitar menos y quedarme en lo que estoy creando en la actualidad desde las músicas.
P: De todo en lo que participas como creadora, lo que me parece más complejo es la dramaturgia que es la primera verdad del teatro porque hay alguien que se lo ha imaginado todo, lo que ocurre, lo que dicen, a dónde se llega… ¿Cómo te sientes tú en esta disciplina de creación?
R: Es vital porque soy una persona con mucha imaginación. Es peligrosa porque la imaginación se une a la fantasía y eso puede ser un problema. La dramaturgia me permite ordenar y canalizar, por ello es vital para mí. En la historia por tanto tiene que haber dramaturgia, por tanto, una historia.
Recuerdo una etapa hace años cuando estaba en Paris que tenía que utilizar el poder de la palabra para superar las cosas por ejemplo ansiedades que tenía en aquel momento. Cuando veo una pareja en la calle o leo algo tengo que tomar tierra que si no lo ordeno pierdo vitalidad.
P: Por seguir profundizando es tus formas, le das una importancia especial a la danza-teatro que viene a ser una fórmula donde conviven la acción y el movimiento en tus propuestas escénicas y que llevan al público a qué lugar.
R: Van a la emocionalidad de la persona que pueda descubrir algo sin más. La danza-teatro como trabaja el símbolo a través del movimiento y el cuerpo que lleva a lugares del inconsciente. La danza-teatro es más sutil haciendo visible lo invisible. La música y la danza tiene ese valor.
P: Con independencia de tu trayectoria, he de confesarte que quedé atrapado con la obra “La mujer puente” que escribiste, dirigiste y actuaste. Fue una obra por fascículos donde cada semana presentabas un nuevo ingrediente. Te felicito por aquella idea que originariamente creo que también pretendía motivar al público a ver teatro un domingo cualquiera por la tarde de cualquier semana con una propuesta que además también era divertida, y eso no estaba nada mal.
R: Ese trabajo se hizo desde el sentido del humor partiendo desde muchos miedos y es una obra que me encantaría continuarla. Te sienta bien porque te permite acercarte a tus pequeñas inseguridades además de dirigirse a las mujeres con los aspectos del amor. Tiembla todo por no resolver algunos problemas emocionales que nos hace vivir una vida sometida al subconsciente sin poder elegir lo que queremos vivir.
P: Me pareció también muy interesante tu proyecto “La sala itinerante” en el que presentabas periódicamente una obra de teatro tuya o no en diferentes espacios culturales de la ciudad de Alicante. Parecía esencialmente una campaña institucional de fomento del teatro en la ciudad. Fue otra iniciativa de la tuyas de convencer a los públicos a que vieran teatro en directo.
R: Tengo un impulso muy apasionado porque además soy una persona muy reformadora. El ser una persona comunicadora que tiene que transmitir valores con proyectos que no son aislados donde la gente quiera transformar desde el arte la vida de la gente.
P: La poesía podría ser un subgénero del teatro o viceversa cuando se presenta en escena un poema con alguna metáfora interesante o simplemente una escena en el que conviven un conjunto de saberes y estares de los personajes que están allí.
R: Yo trabajo desde las poéticas, en el cuerpo, en las letras, por tanto, la poesía da nacimiento a todo lo demás. Cuando compongo una canción es porque lo que he escuchado dentro de mí, más allá de lo cotidiano o real. Todo empieza desde el alma y la poesía entonces ayuda a que el teatro adquiera una dimensión más allá de lo real.
P: Una de tus frases, diré otra después, es “si una pieza está demasiado hecha me aburre, encuentro que no respira”
R: Tiene que haber momento que ya has pensado una vez pero que de cabida a cierta improvisación que nos permite transmitir un momento vivo. Sino pierde vitalidad la obra que a veces la gente no lo descubre porque no ve otro tipo de teatro donde ocurren estas cosas.
P: ¿A qué llamas tú “el nuevo cabaret”?
R: Me gusta ponerle palabras a las cosas, actualizando la filosofía de Bertolt Brecht.
P: Como conjugas estos verbos en ti: innovar, experimentar, arriesgar, improvisar,…
R: Sí y no. En la escena sí, en mi vida no. Improviso cuando estoy creando, experimentar. Ahora estoy en una fase donde tengo las estructuras más medidas. Necesito improvisar porque realmente a lo que yo aspiro es a tener libertad con mucha responsabilidad, respetando a todos-as.
P: En el terreno profesional creo que hay una vertiente muy importante en tu carrera que es la de formar o especializar a actores y actrices, nuevos o no tan neófitos. Conozco a alguna alumna tuya que llevan haciendo teatro mucho tiempo pero que necesitan tu aporte de valor para su carrera.
R: A veces tengo que descansar de ella porque tengo que desmantelar su ego y eso necesita limpiarse. El trabajo previo es de limpieza, guiando, facilitando… Es la primera etapa de formación antes de la de trabajar.
En abril realizo un intensivo en la Universidad de Alicante que he denominado Taller de Creación Contemporánea (la realidad como metáfora), abierto a creadores-as de cualquier disciplina artística.
P: Me gusta cuando te leí diciendo que puedes crear desde la tranquilidad y no necesariamente desde la tormenta. Esa afirmación parece que corrompe el cliché del sufrimiento del artista cuando en realidad a mí me parece una afirmación positiva del hecho creativo.
R: A nadie le interesa. La gente tiene que transformar su vida no desde el sufrimiento.
P: Es igual de importante la obra que el artista o ambos elementos son muy sui géneris y tienen su propia personalidad en el discurso de la creación.
R: Está todo al servicio de la obra y el artista es un canal. En esta sociedad nuestra, tan narcisista, parece que es a la inversa.
P: Pregunta directa: ¿Qué es VIIKA? Y me atrevo a teorizar para equivocarme: una terapia para el crecimiento, un nuevo producto cultural que convive con tus otras yo o simplemente es una aparente transformación o evolución artística de ti.
R: Es la evolución porque desde el principio de mis creaciones, como en la obra “Ardor o la indigestión de ser uno mismo”, la música ha estado presente. Ha sido por tanto la evolución natural. En una de mis obras hice toda la composición musical. Por tanto, VIIKA es una artista que se centra en la creación musical.
P: Yo tuve la oportunidad de conocer a VIIKA en junio pasado en el ciclo “Creadoras. Mujeres a cielo descubierto” de Elche y me sorprendiste y también me atrapaste. Tus sonidos, digamos, electrónicos y tu forma personal de crear el spoken word de la ceremonia son los elementos claves para sorprender al público y conmigo lo conseguiste.
R: Considero que lo que hago es una ceremonia donde todos los elementos están a mi disposición para crear nuevas realidades. Y tengo facilidad para viajar por mis músicas a través de la fuerza que tiene mi voz.
P: He conocido muy directamente que el final del año pasado has estado musicando un poemario “El tiempo que me diste”. ¿Cómo has vivido esa experiencia desde tu laboratorio?
R: Me resulto fácil porque transformé la lectura buscando los poemas que mejor se adecuaran. Era un escritor que no se enmascara. Los primeros temas fueran más fáciles porque fueron una oportunidad para mí para crear nuevos sonidos
P: ¿Cuáles son los próximos eventos o acciones que tienes previsto presentar tu trabajo de VIIKA, por adelantarlo a nuestros lectores-as?
R: El 19 de febrero en la Caja Negra de las Cigarreas a las 19.30 h estreno el espectáculo musical Broken Land donde participan dos actores Luciana Barrinechea y Jordi Gandia. Es romper con tus hábitos caducos, la costumbre incluso romper con la tierra que te vio nacer.
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