Como parte del El Festival Internacional de Artes Escénicas Tercera Setmana que celebrará su tercera edición se presentó en Alicante, en el Teatro Arniches, la obra “40.000 kms es lo que mide el perímetro de la Tierra”, una producción del grupo chileno Teatro Club Social.
¿Qué tienen de común una boliviana, un haitiano, una española y una argentina judía que viven en Chile? Que todos son migrantes, incluso los propios chilenos. Cabe entonces la pregunta ¿qué significa ser inmigrante?
40.000 kms es una obra que no deja al público sin lágrima, sin reflexión, incluso sin dudar sobre sí mismos. El racismo, la discriminación o los problemas para encontrar empleo conviven con la sensación de desarraigo y la dificultad de adaptarse a un país con costumbres ajenas.
La mente queda allí en ese lugar de donde provenimos, así el cuerpo haya llegado al otro territorio. Solo cuando mente y cuerpo se integran el espacio se reduce; porque la identidad, que es algo que parece ser tan propio (identidad particular), es también algo social y por supuesto y más especialmente, algo relacional, en la que el otro, otra, otre es un espacio para la reflexión. Tenemos entonces una triple identidad que se construye de forma paralela e imbricada en sus tres vertientes, pero cuyo desarrollo es desigual.
La identidad cambia al cambiar el espacio, las relaciones que construimos, la emoción con la que valoramos los hechos sucedidos y al modificarse la emoción cambia la explicación. Somos seres emocionales que razonamos y no al contrario, que es lo que siempre nos han hecho creer. la identidad es emocional.
La obra, que mezcla la realidad de algunas vivencias de los propios actores protagonistas, con la pura ficción, se ha estrenado en Europa en el Festival Tercera Setmana. Bebe del teatro Documental, el Biodrama de los actores y las emociones y reflexiones de cada uno de ellos. La pieza es un transportarse a sí mismo, los actores estando en España son también migrantes, y el idioma que parece unirnos termina siendo lo que nos separa, lo que nos recuerdo el territorio, la frontera, la conciencia de sí, la negativa-aceptación del otro.
La dirección y dramaturgia es de Carlos Aedo Casarino y María Luisa Vergara. Los intérpretes son Mayra Padilla, Aída Escuredo, Eliana Furman y Ralph Jean Baptiste. La pieza que se acompaña de video se enriquece con grafismos que complementan las historias, jugando un papel importante el trabajo de Eduardo Mono Cerón autor de la escenografía, iluminación, vestuario y grafismo, quien cuenta con su ayudante Laura Gandarillas. la producción audiovisual es de Víctor Robles.
La música original es de Daniel Marabolí, pero también se escucha un fragmento de un tema de Ralph Jean Baptiste. La asesora de Investigación es Verónica Correa Pereira.
Teatro Club Social es un colectivo artístico, con sede en Chile, formado por Carlos Aedo, Eliana Furman y María Luisa Vergara. El nombre de la compañía no es casual porque, precisamente, como si de un club social se tratara les interesa construir procesos colectivos. Por eso, las propias biografías de los intérpretes se convierten en el principal material dramático de sus obras, explorando el límite entre lo real y lo ficticio, adhiriéndose así a las corrientes vanguardistas del teatro post-moderno en América Latina.
La obra se presenta el 9 y 10 de junio en la sala Russafa de Valencia.
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