Es alicantino, pero no estaba borracho aun cuando si es un chico muy fino, también era como un príncipe azul, de esos que te formula el médico; hablaba poco era verdad, pero eso parecía no importarme.
Todo parecía fluir bien, una sonrisa viene, una ricita va… un pequeño roce de manos como por error. Temas anodinos, y, de pronto, surge un tema interesante, eso atrae aún más mi atención.
Me sentó como una gota fría. He quedado como de piedra y blanco cual tapia con su ultima afirmación, esa que reiteradamente escucho de uno que otro alicantino, porque eso no lo decimos los extranjeros, los europeos, los inmigrantes, sólo lo dicen los alicantinos, incluso algunos que dicen ser cultos: “En Alicante nunca pasa nada”.
Yo he quedado pegado a la silla, casi sin aliento, con ganas de no acariciarlo, besarlo, f…arlo, ni de que sucedieran todos esos eventos placenteros que terminan en arlo… bueno, creo que matarlo sí, digo, hipotéticamente, coloquialmente, sin querer hacerlo realmente… es que ya no quería nada.
Hay pocas cosas que me molesten mucho, casi nada logra quitarme la sonrisa, pero escuchar que “en Alicante nunca pasa nada” me saca de quicio y me transporta a un momento cultural de esos que no quisiera vivir.
Es difícil tener que decidir sobre a qué ir
En Alicante suceden muchas cosas, demasiadas para un mortal como yo, que no puede multiplicarse. Cada día miro la agenda de eventos y me sorprendo con la cantidad de opciones de toda índole que hay en la ciudad. En difícil tener que decidir sobre a qué ir y qué debo sacrificar; algunas veces salgo corriendo de uno y paso a otro, simplemente porque se me hace imposible dejar de asistir.
Otro hecho que es interesante es que ni siquiera hay que tener dinero para pagar entradas porque hay muchas actividades que se ofrecen gratuitamente. Recitales de poesía, exposiciones de arte, museos, incluso con visita guiada y hasta teatralizada, conferencias, talleres sobre diversos temas, danza contemporánea, cantantes, encuentros directos con personalidades… una lista interminable.
Si de cursos se trata, yo he tenido la oportunidad de hacer muchos, de verdad he hecho muchos, de temas muy diversos y todos g r a a a a t i s s s s… siempre había tenido el deseo de hacer grabado y lo satisfice tomando cursos de los ofertados por el Gil Albert, allí también me he formado para hacer libros de artista, escultura en papel plegado, cómo montar una exposición, hacer un vídeo; ah bueno, en lo que nunca me han aceptado es para el curso de cómo dar formación en fotografía… pero espero que en el próximo me den una oportunidad.
También ha sucedido que el publico es tan poco que algunos que inician con gran ilusión sus proyectos culturales deben abandonar por la inasistencia del público, por ejemplo, las charlas semanales en L`Espai, la escuela de fotografía, que por suerte ha retomado acciones con un curso gratuito de cianotipia.
Si te puedes desplazar, entonces el universo se amplía porque en los pueblos del vecindario suceden muchas cosas que hay que ver, escuchar, sentir, degustar, palpar… en Elche, la Vila, un poquito más allá, como en Gran Alacant, Alcoy… no sigo con esto, que con Lo Blanc ya te vas a enterar de todo lo que sucede en los alrededores.
También he tenido la oportunidad de entrevistar a gente muy importante de diversos campos que nos visitan y a otros tantos que viven en la ciudad. Porque aquí habitan ganadores de premios Grammy y del Oscar, artistas de la fotografía y las artes plásticas con trayectorias internacionales muy notables y otros cuya trascendencia apenas se inicia. He entrevistado a premios nacionales de fotografía, directores de cine, actores y actrices incluso nominados y ganadores de premios importantes del cine, directores teatrales afamados, apremios nacionales e internacionales en diversos campos de la ciencia, cocineros geniales, cantantes y compositores con reconocimiento mundial, modistos que visten a gente realmente importante y cuyas colecciones se venden en otros continentes.
Bueno, también debo decir que algunas veces nos visitan algunos que se creen “estrellas” y se cubren con un hálito que los eleva a la estratosfera y ni siquiera acceden a ser entrevistadas, como la Punset; por suerte esos son muy pero muy pocos, porque la verdad es que se cuentan con los dedos de una mano. En otras oportunidades el que te cierra las puertas es el agente de prensa que bien parece un guardia de seguridad, como es el caso del rapero alicantino Nash; mi experiencia al hablar directamente con el cantante y poeta me ha demostrado que el hombre es realmente genial y sencillo.
Es verdad, en Alicante nunca pasa nada, en especial para quien no busca en la Internet, visita un bar y se lleva consigo una revista impresa -que las hay muchas-, no se inscribe en los correos de las instituciones, no lee la sección cultural de los periódicos, no mira lo que la gente pone en las redes virtuales… Yo debo ser algo cuadriculado, pero realmente no deseo como pareja a alguien que no sepa plenamente lo hermoso que es vivir en alicante y disfrutar de su agitada vida cultural.
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