El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) inauguró esta semana dos nuevas exposiciones: “Industrias”, del arquitecto Javier García-Solera y “Situación Límite” de María Dolores Mulá.
La primera cita se inauguró el pasado jueves 30 de enero en la Sala el Cub del MUA, con la apertura de “Industrias” de Javier García- Solera que permanecerá abierta al público hasta el 15 de marzo. Esta exposición pretender ser una reivindicación de la obra como industria, como lugar donde se hace realidad lo que hasta entonces sólo ha sido posible en el pensamiento y donde se produce la fabricación de la arquitectura. Y de la convicción de que toda arquitectura es un hecho colectivo. El conjunto de obras que se exhiben en esta muestra, desarrollado a lo largo de treinta años, presenta un recorrido cuyo árbol genealógico sería imposible dibujar. Un número incontable de profesionales, industriales, técnicos y operarios de todo tipo de oficios y capacitación han estado ahí desde el principio —en la industria, la obra o el taller— contribuyendo a darles forma. Esta muestra quiere ser un reconocimiento agradecido a todos ellos. Y es también un elogio a la formación politécnica como compendio de saberes necesarios para acometer no sólo la materialización, sino el propio pensamiento de la arquitectura.
El viernes 31 fueel turno de María Dolores Mulá y su exposición “Situación Límite” en la sala Cool del MUA
(Hasta el 1 de marzo), comisariada por María Marco. La muestra parte de una experiencia personal trágica. El aneurisma de un familiar que provoca una primera sacudida emocional y un interés por conocer todo el misterio que subyace en nuestra anatomía. Un corte en canal que saca a la luz la belleza interior del cuerpo humano, su perfección, fragilidad y grandeza. El espacio expositivo se estructura en tres instalaciones. La primera de ellas recoge 120 sobres del Parlamento Europeo con distintos puntos rojos. El punto es el inicio, la vida. El rojo simboliza el dolor. El sufrimiento particular lleva a una reflexión sobre una situación social y política más general. Miles de personas cruzando el mar, sacudidos y arrastrados por sus aguas, tropezando con la incomprensión de la vieja Europa. De la misma manera, el rojo hace alusión al quejido de la tierra, de los mares, por su lenta pero constante destrucción. En la segunda parte el color blanco es el protagonista. Una cama blanca sobre la que se derraman palabras blancas. Este apartado hace alusión a la vulnerabilidad del ser humano ante la enfermedad. Miedo, desconocimiento, impotencia, pensamientos que se extienden sobre el lecho, pensamientos constreñidos en una urna de cristal. La última de las instalaciones está presidida por un gran corazón rojo del que parten una serie de hilos a modo de arterias que se entrelazan unos con otros, lo que permite al espectador introducirse en el misterio y belleza de este órgano perfecto. Arte y vida se unen en una lucha por la supervivencia desde el punto de vista físico y emocional.
Mª Dolores Mulá crea en “Situación límite” a partir del sufrimiento, sacando de él la fuerza para seguir creando y trabajando las emociones a través de las distintas técnicas que utiliza: la pintura, el dibujo, el grabado y el tejido.
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