La periferia baila
La Provincia se está convirtiendo en un punto de mira hacia la danza. Este arte está muy vivo, activo y maduro en el sur de la Comunidad. Lo demuestran el nacimiento de innovadores proyectos, la calidad y reconocimiento de coreógrafos de la provincia, el estreno de la Jove Companyia Alacant Dansa y el Festival Abril en Danza, que ha unido Elche y Alicante en un binomio. La danza en particular atraviesa un buen momento en esta zona.
Como amante y propulsora de la danza, los ojos me brillan y la sonrisa se me dibuja en los labios en éstos días. Vocación, talento, trabajo y personas que se unen a este elenco de profesionales que suman y dan valor a la danza. Solo falta que todos los astros terminen de alinearse y los proyectos se consoliden, tengan continuidad y surjan emergentes.
¿Como hacer atractiva la danza para los agentes públicos y privados? ¿Cómo conseguir que la sociedad se acerque al arte más efímero que existe? ¿Cómo ser interesantes para la vida cotidiana? ¿Cómo hacer entender que el ser humano necesita alimentar algo más que su estómago?
Esto es una carrera de fondo. Un bailarín necesita 10 años para tener una buena técnica, de ahí debe encontrar plataformas pre profesionales donde perfeccionar lo aprendido y culminar esta preparación de 14 años, con un contrato en una compañía.
La danza es una carrera vocacional, como la medicina. Te deja la piel y la vida en prepararte para tu futuro. No todos lo consiguen, pero los que lo hacen o lo intentan siempre están satisfechos con lo alcanzado.
Una persona que estudia danza, aunque no ejerza su profesión, tendrá una mayor capacidad de superación, disciplina y trabajo. Además de una mejor postura corporal y desarrollo de su cerebro. La danza estimula la atención, la coordinación y la memoria.
Si la danza aporta estos beneficios en el ser humano, porque no está en la educación como asignatura. Conocer nuestro cuerpo, el que habitamos desde que nacemos hasta que morimos, entender y expresar nuestras emociones, es tan necesario como aprender raíces cuadradas, lengua o geografía. Si partimos de las nuevas generaciones, podremos transformar toda una sociedad. No es una utopía, es una realidad.
Esta realidad ya está aquí. Dieciséis jóvenes, van cada fin de semana a ensayar, tutelados por profesionales. Pasan doce horas trabajando, repitiendo, perfeccionando, aprendiendo y conviviendo. En sus horas libres, en su tiempo de ocio, ese tiempo que otros jóvenes pierden muchas veces delante de sus teléfonos conectados a un mundo virtual, estos otros trabajan en equipo, se tocan, se miran, bailan, se comunican… y lo más importante, tienen claro que algo les gusta, que algo les motiva a ir cada fin de semana a bailar.
El último Ballet Jóven de la Provincia de Alicante cerró sus puertas en 1993. Esperemos que esta Jove Companyia Alacant Dansa no cierre nunca y crezca convirtiéndose en un referente más del buen hacer de los profesionales de la danza en esta zona.
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