Se ha inaugurado el yacimiento Peña Negra, que se encuentra en plena Sierra de Crevillent, un asentamiento del Bronce Final y del llamado Hierro Antiguo (S. IX-VI a.C.), el más extenso del SE peninsular, citado en las fuentes escritas con el nombre de Herna. El alcalde de Crevillent, José Manuel Penalva Casanova, ha estado acompañado en esta inauguración por los concejales de Cultura y Medio Ambiente, Jesús Ruiz Morcillo y Estefanía Salinas Peral. Además, también han estado presentes María Isabel Beltrán Rico, directora del Secretariado de Estructuras para la Investigación de la Universidad de Alicante, y Alberto J. Lorrio Alvarado, Catedrático de Prehistoria de la UA y director las excavaciones.

La investigación en este destacado yacimiento ha estado siempre ligada a la Universidad de Alicante. Primero, con las excavaciones sistemáticas dirigidas por Alfredo González Prats entre los años 70 y 90 del siglo XX, que permitieron documentar un extensísimo yacimiento con una completa secuencia estratigráfica entre los siglos IX y VI a.C., a lo que hay que añadir la excavación de una extensa necrópolis de incineración vinculada al asentamiento en Les Moreres, que hace posible correlacionar la información funeraria con la procedente del hábitat.

Más recientemente, en 2014, se retomaron las investigaciones, esta vez dirigidas por el profesor Alberto J. Lorrio , con un doble objetivo científico y patrimonial. Convencidos de su sólido valor patrimonial y el potencial que todavía albergaba, desde la Universidad de Alicante, con el apoyo y financiación del Ayuntamiento de Crevillent y la Generalitat Valenciana, se decidió apostar por la musealización in situ de los diferentes conjuntos arquitectónicos dispersos por Peña Negra en los que se ha intervenido, buscando su comprensión por el gran público y su integración en un medioambiente privilegiado. Por ello, a la excavación y consolidación de nuevas estructuras se han incorporado 13 paneles que acompañan el itinerario de visita, en los que se incluyen las novedades arqueológicas de los diferentes sectores del yacimiento, así como otros elementos de igual significación como su entorno medioambiental, su geología, los usos tradicionales, etc., que explican el interés y la larga ocupación de esta antigua ciudad protohistórica.

Es de destacar el carácter interdisciplinar de esta propuesta, al poder contar con diferentes especialistas para la realización de los paneles, que en el caso de la Universidad de Alicante se concretan en las colaboraciones de Juan Antonio Marco Molina y Pablo Giménez Font, del departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Fisica, autores de los paneles dedicados al paisaje y la vegetación, o de Pedro Alfaro García y Antonio Estévez Rubio, del departamento de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente, el dedicado a la geología.

Todo ello pretende proporcionar un equipamiento patrimonial y turístico muy sólido y atrayente para el municipio de Crevillent, que trascienda los límites puramente locales y comarcales, para ser un referente regional, nacional, pero también internacional, como evidencia la integración del yacimiento de Peña Negra-Herna en “La Ruta de los Fenicios”, uno de los itinerarios culturales del Consejo de Europa.

Entre los grandes alicientes de Peña Negra está la simbiosis entre el patrimonio arqueológico y medioambiental, dados los importantes valores paisajísticos y ecológicos de la zona. Por ello, se han realizado desde 2014 actuaciones sobre el entorno medioambiental, recuperando el antiguo camino carretero que atravesaba este punto de la sierra, todavía mencionado en la cartografía decimonónica, así como la adecuación y recuperación de bancales de época moderna para la contención de las laderas y la conservación de los valores biológicos y geológicos del entorno. Por tanto, si consideramos el estado de conservación de los restos, su localización en un entorno que incorpora valores no arqueológicos (paisajísticos, medioambientales, etnológicos…), y su interés científico, histórico y educativo, Peña Negra se convierte en un yacimiento realmente excepcional, un auténtico “parque cultural” en la Sierra de Crevillent.

A ello se añade su dimensión sociocultural pues se trata de un lugar destinado a grandes públicos, con una finalidad primordial de recreo y esparcimiento al aire libre, así como su dimensión educativa. Su interés cultural y paisajístico, por tanto, hace que además de ser incluido en rutas patrimoniales y medioambientales deba ser un lugar de visita casi obligado de los colegios y centros docentes de Crevillent y sus alrededores, configurándose como “una sala más” del Museo Arqueológico Municipal de Crevillent.