Pensar que Maxim Huerta el nuevo ministro de cultura en España es la “cuota gay del gabinete” es ser bastante estrecho de miras…

Yo no creo que ser marica capacite a nadie para nada, ni siquiera para ser un buen marica, mucho menos para ser un buen polvo. El nuevo ministro de cultura y deporte es un hombre con un buen nivel de formación (licenciado en Ciencias de la Información y máster en Diseño Gráfico e Ilustración Editorial) y trayectoria en el mundo de la cultura… tal vez la gente se quede con la idea de que era miembro del equipo del “Programa de Ana Rosa”, eso que en España llaman tertuliano y “especialista” en los chismes del corazón, aun cuando no puede negarse que este “rentable desatino” le duró diez años lo que lo convirtió en «celebrity». Este “karma” lo perseguirá, incluso al seguirlo en Twitter recuerdo que la red virtual me sugirió seguir a Ana Rosa.

Mientras hacía televisión escribió varios libros (novelas, relatos, libros de viajes) y ganó algunos importantes premios de literatura; la gente igualmente olvida que en ese tiempo también estuvo al frente de debates políticos. Previamente fue presentador de noticieros de televisión. Debo decir que yo nunca lo vi en Telecinco pues me niego a ver los programas del corazón, lo recuerdo por su último trabajo televisivo ‘Destinos de película’ en La 1 TVE (Canal oficial, 2016) más cercano a su faceta de miembro de la academia de cine y televisión. Si él era quien hacía el guión de cine sabe bastante.

Los independentistas catalanes lo acusan de hacer «comentarios denigrantes, insultantes, xenófobos y sexistas«; es evidente que no es cercano al nacionalismo y aun cuando no es un feminista radical lo veo bastante acertado en muchos de sus comentarios; por supuesto me parece extraño que diga que “odia el deporte porque tiene asma” o «No me gusta practicar deporte, pero eso no significa nada«, yo pienso igual aun cuando pague cable para ver jugar tenis a Rafa Nadal.

Por otra parte, es especialista en redes, es atractivo y sabe vestir; no hay sino que ver sus selfies en Instagram para enterarse que además sabe de posado; tiene Web propia. Le gusta el teatro y de literatura conoce bastante. No está lejos del mundo trans, es amigo de Bibiana Fernández, Rossy de Palma, Alaska y Espido Freire. No duda en promocionar los negocios de sus amigos.

Si no nos restringimos a que la cultura es solo arte y que el deporte no es correr tras una bola, creo que este hombre puede hacer bastante desde su gabinete. Eso sí espero que inicie bajándole el impuesto a la cultura.