El 45 Certamen Internacional de Bandas de Música Vila d’Altea se ha celebrado este sábado 1 de diciembre en Palau Altea. La Sociedad Filarmónica Alteanense –SFA– fue la encargada de organizar el certamen con el patrocinio del Ayuntamiento de Altea. Este año han concursado tres bandas sinfónicas, y el lema del certamen ha sido “una dona del poble”, con el que la SFA ha puesto en valor la figura de la escritora vinculada a Altea, Carmelina Sánchez Cutillas como un modelo de lucha por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Las bandas a concurso de esta 45 edición del CIM fueron la Banda Sinfónica Municipal de Sibaté, proveniente de Colombia, con 50 músicos, dirigidos por Diego Rivera Vásquez. La Associãção Banda dos Bombeiros Voluntários de Esposende, de S. Paio de Antas en Portugal, que contó con 80 músicos, dirigidos por Diogo Costa  y la Sociedad Musical “La Artística”, de Buñol –Valencia–, con 135 músicos. En esta edición, las bandas tuvieron que interpretar un pasodoble de presentación y una obra de libre elección, además de la obra obligada “Remembrance”, del compositor valenciano Carlos Pellicer. Esta primera sinfonía para banda sinfónica se construyó a partir de la novela “Matèria de Bretanya” de la autora Carmelina Sánchez Cutillas, un libro de referencia para todos los alteanos.

El certamen comenzó con la Banda Sinfónica Municipal de Sibaté, que interpretó “Paisaje Andino”, de Luis Antonio Bastidas, como obra de presentación y “Suite Num. 2”, de Victoriano Valencia Rincón, como obra libre. Por su lado, la Associãção Banda dos Bombeiros Voluntários de Esposende representó el “Pasodoble desconcertante, Op.1”, obra propia que empleó a modo de presentación y “Andròmeda”, de Saül Gómez Soler, como obra libre. Finalmente, la Sociedad Musical “La Artística”, dirigida por Henrie Adams, interpretó “Música y vinos”, de Manuel Morales Martínez, como pasodoble de presentación y “Music for Prague 1968”, de Karel Husa, como obra libre.

La Banda Sinfónica de la Sociedad Filarmónica Alteanense, fuera de concurso, clausuró el certamen. Bajo la dirección de Jaume F. Ripoll Martins, representó el pasodoble “Chama”, de Martínez Gallego y “Oryza, Gastronomic Fantasy for Symphonic Band, Op. 93”, de Ramon Garcia i Soler.

Por primera vez en la historia del certamen, el jurado estuvo compuesto por tres mujeres, actuando como presidenta la flautista alteana Júlia Gállego y dos vocales: la catedrática de Composición e Instrumentación del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Teresa Catalán y la directora suiza Isabelle Ruf-Weber.

El jurado otorgó el Trofeo SFA y el premio “Vila d’Altea”, dotado con 6.000 euros, a la Sociedad Musical “La Artística”, tras obtener un total de 281 puntos. En segundo lugar, la Associãção Banda dos Bombeiros Voluntários de Esposende, que reunió 242 puntos, fue premiada con una aportación económica de 3.000 euros por su participación, así como la Banda Sinfónica de Sibaté, que ocupó el tercer puesto al conseguir 166 puntos.

Además, la Sociedad Musical “La Artística” de Buñol fue galardonada con el Corbatín de Oro, tras obtener por tercera vez el primer premio del CIM Vila d’Altea. Su director, Henrie Adams, logró la Mención de Honor al obtener una puntuación superior a 250 puntos y obtuvo la Batuta de Oro tras conseguir en tres ocasiones –2000, 2009 y 2018– el primer premio con mención de honor.

Finalmente, el premio al Mejor Solista, consistente en un diploma acreditativo, fue otorgado a Onata Voiceu Silva, de la Banda Sinfónica Municipal de Sibaté.