Maigualida Robles es una fotógrafa que te encanta y te atrapa con tranquilidad que vive desde hace bastante tiempo en Alicante aunque nació en Madrid y vivió en Canarias y Huesca.

Ella hubiera estudiado como unas 50 carreras aunque se formó en Ciencias del Mar y esto, probablemente, es porque le encanta aprender incluso pintura que le llenaba como persona.

Le interesa muchas cosas como la filosofía oriental, la antropología y la historia, pero además es humilde y sin prisas.

Obtuvo la Beca TFOCO por el Mejor trabajo del Título de Experto en Fotografía Contemporánea y proyecto de autor  2018-19 promovido por Mistos y la Universidad de Alicante

Pregunta: ¿Qué dejaste de lado cuando decidiste dedicarte a la fotografía creativa?

Respuesta: Nada, todo tiene su tiempo. En mi caso, me nace más en el fondo de mi misma y fue cuando encontré que la cámara me da más pie a ver y conocer nuevas cosas. La fotografía es un espacio de mi en la actualidad.

P: En qué momento te diste cuenta de que podías dedicarte al arte fotográfico.

R: Mis relaciones personales con otras personas que se dedican a la fotografía, a la que llegué por amor entonces. A la misma vez, esta herramienta o vehículo me llena y me permite expresar aunque todavía no tengo la plasticidad para desarrollar esta actividad creativa.

Yo me estoy haciendo, estoy descubriéndome y eso me apasiona. Te puedes encontrar con todo aquello que haces. Es un camino que solo he empezado a recorrer y honestamente creo que todavía me queda recorrido.

P: Por tu última exposición colectiva en la inauguración de MISTOS, quiero pensar que es para ti importante el paso del tiempo.

R:  No sé si es importante, sino que el tiempo me permite encontrarme por tanto aceptar lo vivido. Aceptar las huellas y las cicatrices, pero viéndole un sentido más luminoso.  A veces no nos aceptamos y nos da miedo vernos a nosotros mismos y hay que tener una actitud que nos permite vernos más llenos o más a gusto con nosotros mismos.

P: ¿Podrías catalogar o categorizar tu arte de alguna forma, situarlo en algún lugar?

R:  Solo sé que estoy empezando. Solo tengo un proyecto firme “44 latidos” Fue un proyecto muy rápido, realizado en unos 4 meses condensado en 25 fotos aproximadamente. Mi madre, en esa época, tenía una enfermedad de corazón que le provocaba tener unos 40 latidos nada más.

Y estuve en ese tránsito de la enfermedad de mi madre que le producía un reajuste total de vida y le suponía plantearse una vida nueva. Este proceso lo viví yo en persona donde yo también tuve que aprender nuevamente porque tenía que asumir nuevas cosas para empezar de nuevo y amarte más en tu propia vida.

Mi fotografía es una manera de desnudarme. No sé posicionarme, por tanto, en un lugar o categoría.

El cuerpo de la historia es buscar las riquezas que tienen los hechos físicos que nos ocurren a todos tendiendo toda la productividad aunque nos duela o afecte viéndolo todo como un aprendizaje o un hecho amoroso de las cosas.

“44 latidos”

“44 latidos”

P: ¿La fotografía necesita de tiempo, inteligencia o creatividad exclusivamente?

R: Creo que todo, aunque más que inteligencia es bagaje cultural que sea una plasticidad que necesite de un cuerpo más grande como la literatura u otras artes. La creatividad es la manera de dejarte libre, sin imposiciones, dándote todas las posibilidades desde la flexibilidad. El tiempo es esencial porque hay que dedicarse a ver los cosas.

P: Si lo tienes definido, cuál va a ser tu próximo proyecto fotográfico que vas a hacer público.

R: No lo tengo definido. Por una cuestión formativa en los próximos meses deberé realizar una propuesta que no he definido en la actualidad y que compartiré con otros profesionales donde descubriré si mi historia cuenta la historia que he pensado realmente como un acto también que ayuda a mi formación.

P: ¿Crees necesario exponer tu obra para que la conozca el público o consideras más interesante el trabajo íntimo y a solas que es lo que te puede llevar a producir tus creaciones con independencia de su difusión?

R: Difundir no está mal y además es hermoso y eso tiene valor. Me encanta ver cómo llega mi trabajo pero es esencial, es mi propia experiencia personal, el proceso de crearlo que es más importante.

P: ¿Estás unida de alguna forma al conjunto de fotógrafos y fotógrafas de la ciudad de Alicante? ¿Ves un hilo conductor?

R: Es estos dos últimos años algo más pero no me interesa tanto la fotografía sino la persona.

La fotografía para mi es un compañero porque en mi caso, en mi vida, hay cosas muy importantes que no son la fotografía.

P: Ser fotógrafa en una ciudad como Alicante, ¿tiene futuro real?

R: Es duro porque solo conozco unos pocos que puedan vivir de la fotografía de autor. Si no tienes historia es muy complicado, se necesita muchos apoyos que respalden tu proyecto.