La alta costura es la supremacía del saber hacer, inspiración y creación que desde París nos transporta a destinos nostálgicos como el circo de Dior, a la magia del horóscopo de Schiaparelli, el jardín de Valentino o el soleado Mediterráneo de Chanel.

Dior reinterpreta el Circo de Invierno que tanto le gustaba a Christian o el de la primavera de Galliano en 1997. Maria Grazia nos lleva al circo como una alegoría de inclusión, un lugar nómada ajeno a la sociedad donde lo raro es digno de admiración. La figura de Pierrot en su dimensión andrógina y asexuada aparece vestida con faldas de tul, transparencias y escotes envueltos en papiroflexia con toques sutiles de color. Los vestidos largos para las acróbatas como símbolo de la mujer emancipada son de satén plisado de estilo art decó en tonos empolvados. El traje de domador se fusiona con el look garçonné en blanco y negro de encanto clásico adornado con gorros de aviador y redecilla cubriendo el rostro.

Schiaparelli se inspira en la astrología y las flores, elementos que marcaron la infancia de Elsa y que posteriormente incorporaría a lo largo de su carrera. Los vestidos de tul, organza y satén duquesa son una explosión de colores llamativos como el amarillo, naranja o rojo, y además aparecen estampados inspirados en los símbolos del zodiaco y las constelaciones. Una colección que fusiona la sobriedad de los cortes de estilo años 50 y chaquetas ajustadas a la cintura con la fantasía de las plumas y bordados florales.

Valentino presenta un jardín con una amplia mayoría de modelos negras como Naomi Campbell, Liya Kebede, Alek Wek, Sabah Koj, Akiima y Nyarach, entre otras, recuperando el ideal de belleza inclusivo de los 70. Los conjuntos de dos piezas en crêpe de seda combinando faldas y pantalones de cortes depurados con abrigos largos, en tonos turquesa, ocre y naranja fluorescente. Los vestidos largos y amplios con volantes son de colores vibrantes como el fucsia y verde, o estampados con flores tanto bordadas como metalizadas. Una colección que hace honor a los archivos y cosmovisión de la firma y al movimiento reivindicativo de inclusión y empoderamiento femenino con el cierre magistral de Naomi llevando un vestido negro con falda de volantes y cuerpo transparente mientras Celine Dion derramaba lágrimas de emoción.

Chanel con colores delicados como rosa, verde y azul rediseña una vez más el traje sastre con faldas midi abiertas por delante y añade remates de plumas en mangas y bajos. La silueta de sirena es creada con volantes de tul sobre cuerpos bordados de flores. El vestidito negro aparece abotonado o con tirante fino combinado con toques dorados y las chaquetas de cuero negro contrastan en color y textura con faldas de plumas blancas. El cierre del desfile fue un bañador de pedrería con gorro de baño y un largo velo. Virginie Viard, quien supervisa prácticamente durante años todas las colecciones, salió a saludar en lo que se espera sea la sustituta de Karl Lagerfeld como directora creativa.

La alta costura eleva alguna de las tendencias vistas en las colecciones de prêt-à-porter en cuanto al colorido, detalles de bordados, plumas y flecos, volúmenes en mangas, lazos en la espalda y volantes; y trae otras nuevas como los toques brillantes y metalizados en Alexandre Vauthier y Elie Saab, vestidos con transparencias como en Givenchy, pronunciados cortes de cola de pavo real en Giambatista Valli y mini vestidos ajustados o vaporosos como los de Ralph & Russo y Dundas.