Ella nombró hija!!, porque no ves la autoridad de las cosas viendo desde otra perspectiva de vida el buen recaudo que se va a hacer. Y ella descubrió,  según su mentalidad y su forma de ver la vida, porque no tendría razón?? Pensó a sus setenta años de edad, pensé que tenía razón, puesto que la edad gana en valores éticos, morales y decisiones en que poder amarrarte a algo.

Muchos piensan que esto no es así y ahora me doy cuenta de que valorar las expectativas transcurridos los años te hace ver cómo concordar mejor tus intereses de afianzarse a todo lo que conlleva a la realidad del ser humano.

A pesar de todo no perdona pese a su valorable y respetuosa existencia. En lo más profundo de nuestro amplio y querido delito de nacer, no perdemos el que dejar pase por nuestra capacidad un inmenso y luchador futuro que nos va llenado poco a poco librando de un pasado, y así mismo repetimos cada año de nuestra vida.

Al revindicar nuestra ignorancia respecto al paso de ese tiempo, nos hace ver que cada vez somos más pequeños, pero realmente nos mostramos más gigantes en un espacio y edad determinada.

Cuanto más pienso, más ideas se me presentan en la cabeza, ya que engloba todo en este punto en que nos encontramos, viendo la eternidad que puede tener cualquier, objeto, materia o ser vivo.

Así como cada estrella. El sol puedo empezar por ahí por poner un ejemplo cuántos años luz se dice y se pronuncia que tiene. Cuál es su edad límite?? No podemos descubrirla exactamente. Lo único que se puede saber que gracias a su naturaleza hubo vida, todo tiene edad límite todo nos hace pensar en un conocido pasado o en un desdichado futuro. El mundo nos proporciona sabiduría que nos hace demostrar cual puede ser el descubrimiento de las cosas y de su función analógica en el tiempo. Ahora mismo escribiendo se pasa la edad el tiempo y el momento, así que recapacitemos en el tiempo que no hay mejor situación y vivencia que el paso del tiempo y con ella la maduración y la alegría de poder pasar por ella.

Así pues ahora estoy aquí y gracias a la idea de escribir delita por mi madre me hizo ver en fijarme en algo subjetivo algo presente, por lo cual saber que no podía estar pensando en muchas idea a la vez, por lo tanto pensé!! ¡¡Qué idea más buena!! A su edad no me hubiera aclarado tanto lo que querría hacer y vi que su descripción era la correcta, puede que está narrativa no sea la más idónea pero sí que dará un ejemplo de conexión con la espiritualidad y la gestión de nuestros años de edad y porque no ver todo lo cierto que está en el partido de nuestra vida. Nacemos, vivimos, nos reproducimos y morimos esto es el eje cronológico de nuestra existencia.

Vemos cómo pasan los años, en esos tiempos al nacer nuestros primeros años de vida no son nuestros sino de los demás de los que están a nuestro cargo y nos protegen, nosotros no somos capaces de ver como esa edad pasa por nuestra consciencia, por nuestro cuerpo… ni somos conscientes de nada a los ocho años ya nos vamos dando cuenta de que nuestros años van pasando y empezamos a hacer cosas importantes y satisfactorias para nosotros como hacer deportes, tener amigos y amigas preguntarnos. Qué me pongo hoy de ropa?? se meterán conmigo hoy en el cole?? te empiezas a hacer una serie de preguntas un tanto estúpidas pero para ti son muy importantes son las que te hacen sentir interlocutor de tus propias preguntas y ver que ha esa edad no somos muy intelectuales ni interesantes sino unos viejos niños que hacen tonterías sin más y que valorar otro tipo de cosas más superficiales en la vida. Estrujando todo lo que puedo saber de esta fase de esta edad, nos dejamos desear por lo querido y aplicamos nuestros ideales ahí es cuando se ve la bondad del ser humano, en esos ojos es donde se ve que realmente te dejas llevar por la vida o no tienes que ver las actividades adversas que te inclina la vida.

Depende de todo lo que te dé tu estructura familiar, te enseñe, durante todo este tiempo. La decisión de ser un poco travieso o no la tienes tú ahí no te puede cambiar nadie. Has crecido y tu edad te ha ido formando según tu genética y tu cuidado por los demás.

Pasado este tiempo pasamos a la edad adolescente nos vamos metiendo más en la edad del pavo, esa edad que no tenemos nada claro lo que queremos ser ni lo que queremos hacer, nos desmadramos, queremos ser los reyes del mundo y no nos damos cuenta que en esa edad se deciden muchas cosas, que nos hacen grandes siendo pequeños, según mi vivencia describiría la edad adolescente como algo por lo cual tenemos que pasar y a la vez nos hace daño la locura que nos transmiten los demás, por lo cuál hay que ver con mucha paciencia esta edad, por ella pasa mucha historia y muchos ejemplos maleables ahí se determina un deterioro o una salvación de una vida por mucho que queramos cambiarla.

A la edad adulta ya hemos pasado por todo el trago y nos damos cuenta de que poco a poco nuestra vidas van pasando y ha progresado de alguna forma. Bien sea por lo malo o lo bueno y viendo cómo pasa la edad por tus ojos no queremos cumplir, a veces nos sentimos que solo queremos cumplir años por los demás, y también por otro lado un poco egoístas porque creemos que con la edad cumpliendo más años nos veremos mejor en esta vida y queremos vivir siempre, somos por momentos felices y por otro infelices, cuanto más joven eres, más expectativas de felicidad tienes. Aunque la felicidad y la infelicidad es relativa. Pasan los años y vemos que la felicidad y la infelicidad puede ser derivada por el paso del tiempo que transcurre.

En cuanto a la vida vuelve otra vez otra vez a sentir la pasión por ir cumpliendo años. Llega una edad que ya no importa, ya que te quedas estancado en ella en una edad inquietante y no te deja madurar más de lo que has llegado eso es el momento propiamente dicho permanente y observado por los demás, esto nos hace ver de una forma subjetiva como somos y dónde nos hemos visto durante nuestra realista vida por el tiempo.