Este fin de semana el ciclo del Ayuntamiento de Alicante “Verano de Músicas” tocó notas imprevistas y sorpresivas. Dos grupos de alicante pusieron todo el corazón para el público que asistió a ambos conciertos y obligó, casi, a que no acabaran en hora por lo bien que lo estaban pasando la gente en el concierto. El público era esencialmente alicantino, después de las encuestas hechas, por tanto, los turistas seguían en la playa, y es de agradecer porque si no, hubiera faltado sitio para todos pese al gran número de sillas.
El sábado fue tiempo para el grupo Resonante BasuBand que toca su música y la fibra. Es una propuesta que fomenta el diálogo intercultural y la conciencia sobre el consumo y el impacto ambiental, por ello la propuesta de este equipo de artistas, también educadores, se ha especializado en la construcción de instrumentos musicales a partir de residuos y objetos cotidianos no musicales, así como nuevas tecnologías del sonido aplicadas a la educación. Más de 30 instrumentos en el concierto del sábado.
Presentaron su disco recién planchado hace unos días al que le han dado el nombre de UNIVERSÓNICA y que recoge un programa en el que conviven piezas como Moruna con aires árabes que pretende solidarizarse con las personas que vienen desde Siria en pateras, como animales decían o la Bulería de la Dalia interpretada por la voz de Natalia, que estuvo espectacular que era flamenco esencial.
“Somos artistas y también artesanos. Nuestro trabajo pasa por construirnos los instrumentos con nuestras manos, por sonorizarnos, grabarnos, editarnos aprendiendo” señalaron en el concierto.
El sonido está en todas partes: latas, cajas, maderas, chapas y se reúnen en el escenario entre las manos de los luthiers salvajes de Resonante.
El domingo cogió el testigo Mensajeros de la Música, grupo coliderado por el pianista y compositor alicantino Benjamín Sun. Su propuesta es un repertorio de dos álbumes de creación propia de canciones inspiradoras y músicas con mensajes naturales y emocionales con piezas al 50% con voz e instrumentales.
Como dicen ellos “tenemos un estilo sutil y de calidad, que consigue crear un ambiente cálido en cualquier encuentro. Una música que emociona y conecta con el corazón, relaja y hace que el público viaje”.
También juegan, y dan participación al público que, a partir de las aportaciones de notas, por ejemplo RE SI MI, el grupo crea al momento nuevas piezas musicales desde las propuestas y esto integra y gusta.
En la actualidad, después del disco Frecuencia del Corazón, se encuentran preparando su tercer álbum que aparecerá en el mercado en los próximos meses.
“Verano de Músicas” está siendo una propuesta que nos parece muy interesante, que atrae a unas 500 personas al Auditorio de la Concha en la Explanada y que no tiene nada que envidiarle a otro sector musical al que pertenece, por ejemplo, el Festival Internacional de Benicasim (FIB), donde me toca recordar la hazaña de nuestro primer ministro el pasado 20 de julio. Podría coger un AVE, como solía hacer el anterior, y no, se tuvo que hacer cuatro trayectos del Falcon. Eso unido al coste de la tripulación, combustible, comidas, gastos aeroportuarios y el lógico personal de seguridad. Es más, también hubiera sido muy sensato que la seudo-agenda oficial con Ximo Puig la hubiera podido haber hecho en Alicante que por cierto ahora baja mucho además invitándole al ciclo “Verano de Músicas” de la ciudad, y después una cena chula en muchos de los restaurantes estupendos de Alicante y, al día siguiente, AVE para Madríd otra vez. Hay cosas que se pueden hacer mejor, son más coherentes y tienen poca discusión.
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