Animál de séquia es una producción, estoy convencido que esencial, avalada por el Institut Valencià de Cultura que después del estreno en Alicante pasará por Castellón y se presentará en Valencia en el Teatro Principal dentro de la programación del festival Dansa València. Seguirá a la Mostra d´Alcoi, Barcelona, dentro de la programación de El Grec, y el próximo verano en otras ciudades.
Trata sí de trasladar el aroma de la Comunitat y que en este instante me apetece más, excepcionalmente, llamarle país porque es una obra que he sentido totalmente identitaria. En el manual de instrucciones de esta representación la primera condición para entenderlo y sentirlo todo es ser valenciano o valenciana de sus 23.255 km. de Pilar de la Horadada a Vinaròs. El resto de habitantes tendrán que preguntar y nosotros-contar.
En «Animal de Sèquia» Sol Picó ofrece una relectura contemporánea de la cultura popular valenciana, revisitando las raíces y todo empieza desde el directo de su música original de Jesús Salvador «Chapi» y los 30 músicos-as que están protagonizando el escenario desde sus instrumentos y su voluntad por no perderse el movimiento de la danza que lo hace más extraordinario, si cabe. Teniendo en cuenta el carácter de las personas que interpretan música que suelen está como muy en su sitio durante todo el concierto, aquí no ocurre. Cuando Abel Guarinos, director del IVC, señaló en la presentación que cuando se trasladen a Barcelona actuarán los músicos de la zona, confieso que lo veo difícil porque el nivel de implicación y participación de nuestros músicos parece difícil de superar solo con una semana de ensayo, espero que sea más…
La obra contaba con los y las bailarines-as Lorenza di Calogero, Alba Cerdeiriña, Albert García Saurí, Rocío Gisbert Valor, Irene Maestre Serrano, Luis Martínez Gea, Rubén Peinado Tomás y Alicia Reig Jover. Profesionales que van de los dieciocho a los cincuenta años, sorprendente el entente.
En las músicas, lo mismo sonaba nuestra tradicional Muixeranga que te emocionaba que una pieza estrenada por Chimo Bayo, el músico y productor valenciano de la década de los 90 con la canción “Así me gusta a mi” de Germán Bou.
“Chiquitan chiquititan tan tan
Que tun pan pan que tun pan que tepe tepe
Pan pan pan que tun pan que pin
Exta si, exta no Exta si, exta no”
Lo mismo se escuchaba el agua de la acequia que llegábamos hasta la profundidad de Estellés leíble entre danzas.
Sol Picó perseguía un sueño después de 20 años de profesión por tanto también miedos, dudas, fracasos inconfesables, sueños no realizados…pero con toda la profesión por dentro. Una vida dedicada a la danza en cuerpo y alma: ser mujer, madre y artista, un cocktail explosivo que tienes que consiguir que no te explote en las manos. Giras por más de 30 países y ver/sentir cómo se vive la danza mediterránea en Beijing, Kinshasa o Paris además de esa larga lista de premios que construyen una trayectoria.
SSS: Sol, sublime y solemne:
Sublime porque Sol es una persona que cultiva el arte de la danza con grandeza admirable.
Solemne por haber construido una propuesta firme, válida, acompañada de circunstancias importantes, también críticas, interesantes y de mucha entidad.
Animál de séquia, para volver a verlo y, mejor, sentirlo.
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