“Porque el problema de los paraísos / no es que no los encontremos nunca. / El problema es que sí los encontramos / y nos damos cuenta de que están / despojados de todo efímero valor. // Es por ello que existe la poesía. / Es por ello que la escribimos. / Ella, sí, ilusión estética. Y estática”.

Rafa García Jover (Sant Joan d’Alacant, 1971) es licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana y Literatura. Ha participado como inédito en el ciclo Poetas en Cercanías que organiza Letras de Contestania y la Librería 80 Mundos, en el programa de radio Conectados en la Noche y en el homenaje que la Feria del Libro de Alicante dedicó a la poeta Francisca Aguirre. Introducción y notas (Boria Ediciones, 2020) es su primer poemario publicado.

Rafa García Jover es un enamorado de las palabras y su magia. Su amor por la lectura y la auto-exigencia a la hora de escribir convierten su poesía en una reflexión continua sobre el mundo que le rodea y la propia identidad, en un ejercicio cuidado donde se conjugan los sentimientos con la posibilidad objetiva del día a día.

Introducción y notas es un preámbulo, una colección de poemas que deja ver el contexto del autor, la condición de espectador que lo marca y esa necesidad de hacer carne el símbolo, de reavivar la palabra hasta que resulte palpable. El flujo poético está en el aire y es irremediable. De esta forma, la ironía le ayuda a analizar la vida y a transmitir esa fuerza que nos habita y que nos persigue, esa “ilusión” que no se nombra, pero que existe en todo lo que hacemos.

“Y es mentira, claro, es todo una justificación absurda. Tú sabes de sobra que está ahí desde el primer momento. No quieres admitirlo hasta que cae sobre ti por su propio peso y porque tus brazos ya no aguantan más y flaquean, / Atlas venido a menos / Sísifo desforzado / y todo te aniquila”.

La fusión de lo clásico y la actualidad se entremezclan para retratar el mundo desde la mirada del poeta, desde ese imaginario que acumula experiencias y se convierte en una ficción que ayuda a sobrevivir. Es el juego de lo creíble frente a la verdad más íntima, el límite entre la certeza y lo incierto.

“No es el hecho en sí mismo, Ulises, lo que despierta tu interés, / sino la dosis. / Pero no es la dosis lo que importa, Ulises, / sino su contorno cambiante que se arrastra / (te arrastra, Ulises) / hasta deformarse, para no trastocarse. / La desmesura del límite”.

A pesar de que la colectividad nos asfixia, la belleza existe en el entorno social. Los elementos de la cotidianidad son símbolos renovados de lo que hay dentro de uno mismo, de las cargas morales, sociales, personales… Las circunstancias, la soledad y la propia identificación forman un conglomerado compacto que se refuerza en cada verso para ser transmisor del propio pensamiento, así como la manera de entender la existencia.

“Y por no haber encontrado nada más que / la lógica que todo lo cubre / y el significante del rezo / (el significado del deseo) / hecho polvo, / me dispongo a subir otro selfie a Instagram. // Porque allí, gemelo univitelino, / donde hubo mundo / pasado / es imposible que no nos queden restos / de la inapetente vida consumida”.

Las referencias, las citas y la intertextualidad son parte de su voz poética. El juego de realidades y ese coloquio que siempre se establece en sus composiciones quedan de este modo reforzados. Un universo de lecturas que se reflejan e inspiran el discurso personal de García Jover para llevarnos a la originalidad y a un ambiente crítico de introspección compartida. Sirva como ejemplo este fragmento que abre con una cita de Pier Paolo Pasolini (“¿El humilde valor del poeta es volverla a evocar como él la ve? ¿Esto es serio?”):

“Innovará en el relato / ordenando vuestros versos / de otra manera / en una composición distinta. / En otra sala, con otro marco, con otra luz. / Y desesperados por la magnitud de la tra[d]ición / volveréis vuestros puños contra / la cada vez más insoportable / ceguera que os vendieron hace veinticinco años / y que os hace funcionar / y que os sigue funcionando veinticinco años después”.

Así, desde una posición de observador, Rafa García Jover nos ofrece un análisis de su propia manera de escribir, de sus preocupaciones, de los pilares que evocan el lenguaje y lo convierten en objeto físico. Técnica y construcción teórica abren las ventanas de un comienzo paciente, de un recorrido profundo y con memoria que nos traslada a la reivindicación de las cicatrices. La poesía es un ecosistema silencioso, una Muerte Mineral: “Traduzcamos al poeta / y dejemos en paz la poesía. // El poema, / lo único inédito, / vulgar si se exhibe, / banal si se ignora. // Sólo así arderá en el deseo”. Seamos llama, leamos.