Marcela Ascencio es una bogotana que desde hace par de años vive en Alicante. Es una comunicadora audiovisual, en lo que se formó, y gestora cultural especializada en investigación biográfica e historia, porque las personas le importan, especialmente la voz de las personas, sus historias, sus vidas.

Tuve oportunidad de conocerla en el ciclo de cine quincenal que organiza el espacio cultural VIVA LA PEPA en una sesión que ella organizó y donde tuve oportunidad de sumergirme en su proyecto publicado en COLOMBIANAS.org

Su gente está allá, en Colombia, por tanto, tiene el corazón, motivaciones sociales y políticas en ese lugar, y por tanto lo piensa todos los días.

Pregunta: Nos gustaría que nos explicaras el proyecto en Colombianas.org que es una biografía colectiva formada por más de 30 historias de mujeres, en su mayoría colombianas.

Respuesta: Hay que entender tres instancias. El origen es el libro “Colombian Women, The Struggle Out of Silence” de Elena Garcés Echavarría que tenía el reto de ofrecer un testimonio sobre sus vidas, recuperando su voz para hacerle frente a la desigualdad con reflexiones sobre la relación entre la desigualdad de género, las condiciones sociales y la religión.

Yo aparezco en la segunda instancia que son las grabaciones audiovisuales deseándolo convertir en un largometraje, pero luego valoramos pasarlo a un formato internet, más pequeño en duración, y publicarlo en Colombianas.org alcanzando la cifra de 120 relatos.

El tercer estadio parte de un relevo profesional  con la nueva directora que ahora es Angélica Alzate,  reforzando la extensión de la biografía colectiva llegando a nuevas regiones y consiguiendo contactar con nuevos perfiles de mujeres y nuevas miradas de cualquier mujer que quiera contar su historia y participando desde la vida, no desde las estadísticas, porque las mujeres son expertas en su vida e, incluso, se abre la colaboración también de hombres que hablan de historias de mujeres creando una nueva conversación colectiva, algo ya iniciado en la fase 2

Ellas debían entender porque estaban ahí. Muchas mujeres deben empoderarse, desde la visibilización y evitar el silencio, al responder desde muchas etiquetas que enjuician a las mujeres. Hay un componente de solidaridad porque las mujeres ponen voz a otras mujeres que no lo pueden hacer. Por último, es una oportunidad de persuadir, creando discursos transformadores de las personas que escuchan y ven las piezas audiovisuales.

La parte emocional mía es que sentí una condición maternal hacia ellas donde yo me sentía fuerte para hacerlas fuertes a ellas. Tengo una resistencia más personal prefiriendo sacar la lupa en las vidas privadas.

P: ¿Por qué decides ponerles voz a las mujeres?

R: Entre otras es un reconocimiento, pero es más cosas. No tienes que ser activista, pero un día decidieron que estudiaban, que se lanzaban a ese trabajo o se divorciaban, es una resistencia que las ha hecho grandes. Mi abuela Matilde, que es uno de los personajes, tuvo una resistencia que fue evitar recibir maltrato y convivió con asumir un rol de “ama de casa“. Una propuesta donde hay contradicciones donde hay mujeres que no son feministas, otras que tienen profesiones habitualmente masculinas, mujeres médicas que prefieren que las llamen médicos, y un largo etcétera

El proyecto, en la perspectiva creativa, se basa en dos referencias totalmente distintas. La de Yann Arthus-Bertrand con su proyecto “HUMAN”  y la obra “Pina” de Win Wnders aprovechando de él los recursos de las entrevistas.

P: Por los motivos que sean, has participado en varios proyectos audiovisuales de historias personales

R: Es una causalidad. Las he conocido y he descubierto que me interesa mucho contar historias de gente. Muchos proyectos me han buscado a mi

P: ¿Qué actividad desarrollas, como cofundadora en la Fundación Otro Sur desde la gestión cultural?

R: Es una organización creada en 2014 que fundé con dos compañeros que residen en Colombia y Sudáfrica. Existen muchos procesos comunes entre Latinoamérica y África: colonización y postcolonización, con muchos temas coincidentes.  En este sentido, en Colombia se reconocen, por ejemplo, los rasgos musicales originarios de África, aunque verdaderamente existe un vacío en la comunicación entre los dos sures

Organizamos una Muestra de cine colombiano en Johannesburgo y Ciudad del Cabo. También la Muestra Itinerante de Cine Africano (MUICA) que se realiza bienalmente en Colombia y algunas ventanas en Méjico y Argentina, aunque no sucede regularmente.

Mi intención es crear un proyecto de muestra de cine en Alicante cuyo contenido permita profundizar en una mirada hacia Latinoamérica y África que rompa estereotipos simplistas sobre las personas inmigrantes. En este proyecte me gustaría contar con la colaboración de organizaciones especializadas o entidades que respalden esta iniciativa y con los que me gustaría contactar para empezar a darle forma.

Por último, he estado en el proyecto “Archivo Lares” que es una iniciativa basada en una gran fuente documental de grabaciones musicales, fotografías, manifestaciones musicales entre los años 60 y 90 creado por el venezolano Oswaldo Lares y yo estoy en la fase de diseño de una estrategía digital de divulgación de ese archivo.

P: Cómo está siendo tu experiencia en España ahora que estás a 8000 km de tu tierra, después de haber estado también Brasil y Francia.

R: Alicante es una bella imagen. La gente es muy diferente a las personas que son de Madrid y Barcelona. Aquí la relación con el espacio público es un regalo a la libertad. Es menos densa en cuanto a cosas como el tráfico, hay mucha sabrosura. Alicante es un bonito lugar donde hacer cosas.

Versión 1. 10/10/2019

Versión actualizada. 13/10/2019