Flow es un espacio Vivo de Arte y Movimiento y él se encuentra el poeta uruguayo Nelo Curti. En el Espacio de las palabras su meta es recuperar la palabra como herramienta a través del juego y la experimentación, salvándola de estructuras academicistas, planteando nuevas fórmulas o esquemas para romperlos y construir sucesivamente maneras propias -nunca irrompibles- de decir.

Me he encontrado a Nelo Curti en el espacio Flow orientando un creativo y productivo taller sobre el cual hemos dialogado. Él nació en Paysandú (Uruguay) el 17 de abril de 1.981, vive en alicante desde 1998. Publica al cobijo de Ediciones del Tábano cuatro libros de poesía: “De veredas y universos”, “Los sonidos del niño roto”, “Introducción al fabulismo” y “Memorias de un día futuro”. En 2015 recibió el accésit del Premio Adonáis de Poesía por El lujo de ponernos tristes (Ed, Rialp, 2016).

Pregunta: ¿Qué es el espacio Flow?

Respuesta: Es un espacio que se abre para establecer un vínculo entre distintas disciplinas con la danza, incluyendo la clásica, con el teatro, la literatura; es decir, con todas las ramas artísticas en sus diversas expresiones.

P:¿Cuál el proyecto que realiza en flow?

R: El espacio que llevamos junto con Laura Teruel es el Espacio de las palabras, en el que trabajamos el tratamiento del lenguaje desde la performance, iniciando en la creación, pasando por la organización y culminando en la puesta en escena de un poema o un texto. Es la literatura llevada al movimiento.

P: Estuve en un taller con Nelo Curti, en el proceso de aproximación a la literatura llevada al movimiento… En el que no solo las personas se encuentran con el cuerpo, sino que a través de juegos se llega a la poesía, por ejemplo, por medio del “cadáver exquisito” se culmina con la creación de unos poemas muy interesantes…

R: Yo creo que una de las experiencias positivas del taller es que la gente logra encontrar su propio “Flow”, porque la gente se encuentra en un lugar donde no se impone una manera de ejecutar una disciplina artística, sino que lo que se le brinda a quien participa son herramientas a través de las cuales desvincularse con esa disciplina y su tradicional manera de sentir.

Poesia colectiva. Foto: Manuel Velandia

Poesía colectiva. Foto: Manuel Velandia

P: Observé que no se requiere tener experiencia para estar en la formación…

R: Sí, la experiencia no es necesaria. Incluso, para quien tiene una formación es la posibilidad de re-visionar los conceptos, algunos que se le han quedado caducos. Pensar que la poesía únicamente son versos nos limita, hay que trascenderlos, por ejemplo; el verso es tan solo una de las formas, pero la poesía puede ser un sonido. Debe haber poesía para que haya arte.

P: La edad tampoco un inconveniente para acercarse al arte…

R: SÍ, a los talleres vienen personas de todas las edades. Desde niños a gente que está jubilada y no desea abandonarse en el sofá.

P: Otra cosa que observé que me pareció muy interesante se integran personas de diversas disciplinas…

R: Claramente el planteamiento no es ir al ritmo del más rápido o del más lento, sino que el más lento intenté codearse con él rápido. Pero el más avanzado puede volver un poco atrás en el camino y retomar cosas, observar que hay elementos que dejó de ver y de asumir. El arte por suerte son diez mil caminos que se bifurcan y que según el momento vital en el que la persona está, tienen un significado diferente. Un poema es diferente a los 5 a los 10, a los 50 o 60 años o incluso de un día a otro, todo depende de la manera como se sienta y se exprese.

P: Bueno, aquí se hace claro que la poesía trasciende el ritmo, trasciende la métrica y que se pueden unir en una misma poesía ideas que de antemano pareciera que no pueden coordinar…

R: La idea que trabajamos es que la poesía está en cualquier lugar, en cualquier cosa, en cualquier situación y que sus fuentes son muy variadas, pero no estoy en contra de la rima y el metro, porque leyendo sonetos se aprende un montón de la poesía. Las fuentes de la poesía seguirán siendo las mismas, el amor, la desilusión, la muerte… Incluso muchas veces encontramos la muerte disfrazada en un folleto de publicidad… Y sobre todo hay que darse cuenta de que las palabras, en su infinita posibilidad de conjugación, pueden sorprendernos a nosotros mismos. Las palabras muchas veces hacen por nosotros lo que la mente no puede hacer por ellas.

En Espacio Flow las actividades son múltiples y los talleres están pensados en todos los niveles y para todas las edades.  Un lugar apropiado para todo aquel que desea desarrollar sus habilidades personales. Allí podemos realizarnos en un completo cuidado personal a distintos niveles mente (mindfulness), cuerpo (La Camilla) y salud (alimentación).